domingo, 11 de marzo de 2012

Érase una vez la crisis: Perra vida, de Amando Lacueva

Perra vida

Lo siento colega, pero ya son tres meses que me traes lo mismo para comer. Si por lo menos los huesos tuvieran algo de chicha, pero es que por no tener no tienen ni tuétano. Me tienes hasta el hocico. Por si no lo sabes, también me gustan las zanahorias, así que por unos céntimos podías haber echado al puchero un puñadito de algo, para darle consistencia, digo yo. Me tienes toda la vida acostumbrado al solomillo y ahora, de golpe y porrazo, zás, huesos para rosigar. No me mires así, con esa cara de pena, y espabila, pasmao, que eres un pasmao. Deja de lamentarte y haz algo. Si verdaderamente te importo, tienes que cambiar de actitud porque nuestra relación se está haciendo insoportable.
Mira Cristóbal, eres un buen hombre, y te tengo cariño, pero yo no tengo la culpa de que te hayan despedido y que el subsidio te lo hayas merendado en un plis plas. Tienes que salir a buscar un empleo. No podemos seguir así, de verdad. Yo pensaba que estaríamos toda la vida juntos, que envejeceríamos. Tú cuidarías de mí y yo de ti, pero si no lo solucionas voy a tener que abandonarte, y no es una decisión fácil, te lo aseguro.
Estás todo el día deprimido, lloriqueando, tumbado en el sofá sin afeitarte siquiera, das pena, macho. Hace semanas que no me sacas ni siquiera al parque a que juguemos con los críos. No sabes lo importante que es para mí jugar a la pelota, es mi mida. Ver a los zagales columpiarse y sentir sus manitas en mi cuello cuando me agarran e intentan quitarme la pelotita.
¿Y ahora qué pasa? ¿Qué te están contando por ese aparatito infernal? Pero si creí que te lo habían cortado. No me mires así. Serán chivatos. Pues sí, que lo sepas, Lo del otro día fui yo. Cuando me dejaste solo en la escalera, me cogió un pronto y me cagué en la puerta del director del INEM, además con la descomposición que arrastro seguro que el tío estuvo tres días echando papilla. Es un jodido pedante que siempre intenta darme patadas. La vecina de arriba, pues tiene razón, cuando se descuidó me tiré a su perrita, tan dócil y sumisa. Y no me importa que sea la presidente de asuntos sociales, total, para lo que hace por nosotros. Sí, también fui yo quien se meo en las macetas de la entrada del edificio, que se joda la alcaldesa por plantarlas y que se dedique a cultivar hierba. Esa imbécil fue la que con sus recortes te dejó sin la ayuda. Y el director del BBVA, pues que tenga cuidado. Le enganché por la pantorrilla, por gilipollas y da la vida que me separaron aquellos desgraciados, si no le hubiera arrancado el remo por pretender embargarte. Y ahora que he sido sincero, dime. ¿Me vas a sacar a pasear al parque a jugar con mi pelotita, o tengo que escaparme y dejar preñada a la puta Séter Irlandesa del quinto? Por mí, como si fuera la mascota del presidente de la Diputación. Anda, no jodas, ¿lo es? Perra vida.

Amando Lacueva

 

5 comentarios:

  1. Información Bitacoras.com...

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  2. Me gustó. Supongo que cuando una persona lo pasa mal todo el que está a su alrededor en cierto modo se contagia.
    y las masscotas las que más se resienten, que les cambian el pienso de 30€ el saco a los restos de la comida, eso si es que quedan restos,

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  3. Arturo Fraga Salazar11 de marzo de 2012, 22:08

    Muy bueno, el título, el protagonista, las cosas que hace y la risa que me he pasado leyéndote. Gracias, Amando. Y a tí, Ebude, por el medio.

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  4. Bueno, hay que tomarse las cosas con optimismo. Me alegro que os guste. Saludos.

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  5. Amando, eres bueno hasta contando desgracias ;-)
    Genial el texto y el título de matrícula.
    Saludos.

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