sábado, 26 de marzo de 2022

El asalto


Al arrancar el coche el equipo de sonido continuó reproduciendo la lista de Arias de ópera que tenía seleccionada en Spotify. Acababa de salir, por última vez, de la que había sido su casa durante los últimos diez años, aunque no había vivido en ella los pasados veinte meses. En aquella ocasión, llegó a la casa a recoger el pasaporte que había olvidado cuando salió por la mañana para ir a la oficina antes de ir al aeropuerto para viajar a Japón. El viaje en el que se confirmaría la entrada de los productos de su empresa en aquel mercado, tan importante, pero tan difícil.

No recordaba si su mujer trabajaría en casa o iría a la oficina. Aparcó el coche en la entrada y mientras se acercaba a la puerta de la casa iba pensando que si Ana estuviese en casa quizás podrían comer juntos antes de salir para el aeropuerto. Al abrir la puerta comprobó que no estaba cerrada con llave. Iba a decir hola cuando oyó ruidos y voces sofocadas en el piso de arriba. Se quedó parado, escuchando atentamente y pudo oír movimientos apresurados aunque muy amortiguados. No había duda, había alguien en la casa.

Se quedó al pie de la escalera, cogió el móvil y llamó a la policía. No le dio tiempo a hablar cuando le respondieron. Un hombre apareció en lo alto de la escalera y le disparó. 

Obituario

  Lo vio en la edición digital del periódico local, su fotografía de al menos veinte años antes y a su lado la palabra obituario. No había d...