jueves, 30 de diciembre de 2010

Balance

Había llegado el fin de año y era el momento de hacer balance y de plantearse el año nuevo.
Repasó mentalmente cómo había transcurrido el año que finalizaba: doce muertos, no trece, muchas horas de guardia, bien llevadas, pero guardias, al fin, siempre pendiente de la policía. Había tenido alguna amenaza, pero eso ya no le preocupaba, con su trabajo era normal y hacía tiempo que se había acostumbrado a no hacerles caso. Hubo años duros, es cierto, cuando era más joven y sobre todo en otros lugares donde su trabajo llevaba implícito un gran riesgo; pero ya no. Los delitos se sucedían ahora con una rutina casi predecible y la costumbre hacía el resto. Lo que seguía produciéndole un gran malestar eran los asesinatos, pero no podía evitarlos y todos los años tenía que cargar con unos cuantos.
Para el año siguiente sólo quería pedir acierto con las víctimas, sobre todo con aquellas que le producían una repulsión inevitable.
Se levantó, cogió el sombrero, colgó la gabardina de su antebrazo y salió.
- Adiós señoría, feliz año - le dijeron los funcionarios del juzgado.

5 comentarios:

  1. Información Bitacoras.com...

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  2. ¡Vaya relato, y vaya final!, he tenido que leerlo dos veces porque es realmente sorprendente el giro, magnífico.

    Feliz año 2011

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  3. Gracias, José Vte. por tu, como siempre, amable comentario.

    ¡¡¡Feliz año nuevo!!!

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  4. Relato corto pero impactante, un saludo desde Tomara que tu viera... volveré

    Feliz entrada de año 2011

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  5. Mamé, me alegra que te haya gustado y que te anime a volver.
    Nos leemos.
    Feliz año.

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