De pronto, esa mañana, todo empezó a ir mal. El ascensor le subió al sexto en lugar de bajarlo al portal. El autobús lo dejó en el extremo opuesto de la ciudad. Cuando llamó al trabajo para decir que llegaría tarde la telefonista le dijo que él acaba de salir de la oficina.
Entró en una cafetería para tratar de poner en orden sus ideas y le dijeron que no servían cafés y cuando quiso protestar le echaron a la calle por buscar bronca.
Desconfiando de que el autobús le llevara en la dirección correcta fue caminando hasta su casa. Cuando llegó, comprobó que la llave del portal no abría.
Llamó al timbre y cuando por el telefonillo una voz desconocida preguntó quien era, respondió ”yo”.
“Yo ya no vive aquí”, le contestaron.
¡Que mundo surealista!, ¡que pesadilla!, ¡que historia mas kafkiana!.
ResponderEliminarLo mejor de todo es darse un buen pellizco y despertarse antes de que suene el despertador.
Buen micro.
Un abrazo
Quién no ha tenido alguna vez la sensación de que el mundo había empezado a girar al revés.
ResponderEliminarGracias por comentar, José Vte.
Información Bitacoras.com...
ResponderEliminarValora en Bitacoras.com: De pronto, esa mañana, todo empezó a ir mal. El ascensor le subió al sexto en lugar de bajarlo al portal. El autobús lo dejó en el extremo opuesto de la ciudad. Cuando llamó al trabajo para decir que llegaría tarde la telefo.....
Es el colmo del colmo. Es tan espectacular como ir a registrar la muerte de alguien que nunca nació.
ResponderEliminarGracias por comentar, Ricardo.
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