Estrujó la nota que acababa de encontrar pegada a la nevera con un imán. Elena y sus notas, pensó al verla. Después la leyó. Esta es mi última nota, Francisco, se que te molestaban mucho, pero ya no verás ninguna más. No me busques, no podrás encontrarme y, si lo hicieras, nunca conseguirás que vuelva contigo.

Revisó toda la casa con la esperanza de encontrar la nota en la que Elena le dijera que todo era una broma, que sólo había querido darle una lección para que no se burlara más de sus notas. Pero no encontró nada. En toda la casa no había ni una sola nota. Después abrió el armario que compartían y vio que las dos terceras partes del mismo, que habían estado ocupadas por las ropas de Elena, se encontraban vacías. Esta fue la prueba definitiva. Elena se había ido. Se había ido para siempre.
Francisco fue a la mesa de Elena, la que había sido de Elena, abrió el primer cajón. Allí había varios tacos de notas de diferentes colores. Cogió el verde, su preferido, y fue dejando notas por toda la casa.
*La fotografía ha sido descargada de http://www.culturizate.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario